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Un hobby, una afición, un pasatiempo. Es lo que se hace por gusto y no por obligación. Cocinar puede ser una actividad tortuosa para muchos, quienes desde el vamos se estresan por la pregunta sentenciada en cada almuerzo o cena: ¿qué hacer para comer hoy? Para otros, como Pedro Moya, la cocina representa un sueño tropical relacionado con el tiempo libre, el ocio y la distracción. Su hobby. En Isla Margarita, Venezuela, el disfrute era la gastronomía, especialmente la pastelería. Su trabajo: el de Gerente Laboral Nacional de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA).

Cuando se migra, es común decir que se dejan muchas cosas y se traen tantas otras. Para Pedro, irse de su país fue renunciar al calor de una familia arraigada a las orillas de la playa ante lo insoportable de la falta, del dinero que no alcanza: “La situación allá era insoportable, era invivible, faltaba de todo, la plata realmente no te alcanzaba por mucho que trabajaras. Horrible”.

Invivible significa, literalmente, que un lugar se vuelve inhóspito para vivir. Y lo inhóspito, de alguna manera, te expulsa. Más lejos o más cerca, en casa o en el extranjero, implica quedarse por fuera de algo.

Llegó a la Argentina con su esposa, un hijo varón y dos hijas mujeres en ómnibus en el año 2019. Desde aquel momento no ha vuelto a su país. Acobijado o no, abrazado o no, se siente un extranjero. Extraña su tierra, su casa, el calor del Caribe, pero justifica: “Tú extrañas una realidad que tú viviste, y una realidad que ya hoy en día no existe en Venezuela, ni en Margarita, ni en ninguna otra casa que vayas”.

Hoy Pedro tiene treinta y cuatro años. Cuenta que los primeros trabajos que consiguieron fueron variados, lo que se podía y se encontraba: “Tuvimos una relación de dependencia, en mi caso. Ella también estuvo repartiendo volantes. Trabajaba en una tienda en Once. Pero al mismo tiempo vimos que había la necesidad de más dinero. Fue rudo. Fue rudo”.
De ahí que, a pocos meses de su llegada, decidiera buscar entre su saber hacer algo que pudiera cubrir esa falta: “Así que salí yo a hacer los postres, a hacer de todo un poquito”. El emprendimiento como alternativa y respuesta ante pocas oportunidades y muchas barreras.

El piñonate es un dulce tradicional de Isla Margarita. Base de lechosa verde, naranja molida, papelón y especias le dieron identidad a Piñonates “Dulce hasta la sal”, el emprendimiento que Pedro y su familia mantienen hasta el día de hoy. Hacen, sobre todo, postres, panificados estacionales, yogures y tequeños. Platos típicos sazonados por manos que se animan todavía a expresar cultura, sabor, Venezuela.

Trabajar en lo propio es la respuesta creativa que muchas familias como la de Pedro encuentran para rearmarse. Pero también resulta ser la manera en que se sale al encuentro con el otro. Así sucede en la Feria Migrante, donde no solo Piñonates encontró un espacio para crecer y mostrarse.

La feria, como proyecto, impulsa la diversidad cultural y la integración económica de muchos emprendedores y emprendedoras migrantes. Se armó gracias a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), junto con el Gobierno de la Ciudad y la asociación civil Alianza por Venezuela: “Se destaca principalmente por lo gastronómico y también la parte de joyas, artesanías. Al principio era todo venezolano y luego ya se fueron incorporando colombianos, ecuatorianos, mexicanos. Rusos llegamos a tener, también haitianos, que hacen la parte de los jugos. Brasil también se incorporó”.

La feria se repite todos los fines de semana en parques, plazas y rincones de la Ciudad de Buenos Aires. Se celebra la interculturalidad y es punto de encuentro de experiencias y pasiones. Aquellas que se convierten en motor económico y sustento de vida. Pero también en recuerdos que mantienen viva la identidad en el querer compartirla con otros.

Imagen de portada: Pedro Moya, integrante fundador de la Feria Migrante. 


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Equipo periodístico |  + notas

Es licenciada en Ciencias de la Comunicación y estudiante de la Maestría en Periodismo Narrativo (UNSAM). Especialista en comunicación institucional, atención al público y producción de contenidos creativos.


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1 Comentar

  • FELIX MOYA
    Posted mayo 22, 2025 at 3:57 pm 0Likes

    Hola Pilar y hora Refugio Latinoamericano, gracias mil por esta extraordinaria nota. Pedro es mi hermano menor, podría decir que el primero de mis hijos. Verle y leerle a través de este contenido me llena de una profunda emoción, porque aunque la distancia en kilómetros es sumamente larga, nos hemos mantenido unidos por el afecto, el or de familia y la esperanza de un enorme abrazo de reencuentro.
    Gracias por visibilizar estás historias.

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