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El reciente conflicto diplomático entre el presidente Donald Trump y su par colombiano Gustavo Petro en torno a las deportaciones de personas migrantes en situación irregular desde los Estados Unidos, ha encendido algunas alarmas en la región. En este marco, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, convocó a una reunión “urgente” de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), programada para este próximo jueves 30 de enero. 

A una semana del inicio de su segundo mandato, Donald Trump ha colocado la cuestión migratoria en el centro de su agenda política internacional. En su discurso inaugural del 20 de enero (tal como fue analizado en este portal por Paula Marussich y Celeste Fernández Echen), el presidente estadounidense anunció un enfoque radical hacia la migración, con medidas estrictas para deportar a personas migrantes en situación irregular. La administración Trump, bajo su lema “Estados Unidos Primero” y la estrategia de “Proteger a los estadounidenses de la invasión”, ha implementado una serie de órdenes ejecutivas que refuerzan su postura antimigrante y promueven la repatriación masiva de migrantes latinoamericanos.

La administración Trump, bajo su lema “Estados Unidos Primero” y la estrategia de “Proteger a los estadounidenses de la invasión”, ha implementado una serie de órdenes ejecutivas que refuerzan su postura antimigrante y promueven la repatriación masiva de migrantes latinoamericanos.

Ante este panorama, y sobre todo a partir del conflicto diplomático con Colombia y Brasil, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) convocó a través de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, una reunión urgente para este próximo jueves con el fin de analizar el impacto de las políticas migratorias de Donald Trump y buscar una respuesta coordinada. El presidente de Colombia, Gustavo Petro (quien asumirá la presidencia de la CELAC en las próximas semanas), ha confirmado su participación. Y se espera que su par brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, haga lo propio en las próximas horas.

El mensaje de la presidenta Xiomara Castro llamando a la reunión de la CELAC | Imagen: X

La primera mandataria hondureña ya había advertido, días atrás, que su administración podría considerar el cierre de las bases militares estadounidenses en territorio hondureño en caso que el presidente Donald Trump intensificara su plan de deportaciones masivas.

Tensiones diplomáticas: Colombia, Brasil y México en el centro del conflicto

En ese contexto, el fin de semana pasado, la Casa Blanca y la Casa de Nariño vivieron horas de tensión diplomática a raíz de que Gustavo Petro, el presidente de Colombia, anunció que había rechazado el envío de aviones militares estadounidenses que transportaban personas deportadas desde Estados Unidos. El conflicto escaló a niveles de alta tensión (incluyendo amenazas de sanciones arancelarias y cruces de ambos presidentes en las redes sociales) pero finalmente, la administración Trump anunció que el gobierno colombiano había aceptado recibir todos los vuelos de deportación.

Análoga situación fue la que experimentó Brasil. El gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva presentó una queja ante el gobierno de los Estados Unidos a raíz de la deportación de personas migrantes brasileñas en situación irregular expulsadas de los Estados Unidos. El vuelo arribó el viernes pasado en el aeropuerto de Manaos (capital del estado de Amazonas), y en los videos difundidos en redes sociales se pudo ver el desembarco de personas esposadas. Desde Itamaraty, el canciller Mauro Vieira instó al representante del gobierno de Estados Unidos, Gabriel Escobar, para pedirle explicaciones por trato procurado a los inmigrantes brasileños deportados. El gobierno de Lula considera que el tratamiento de las personas fue degradante, incluyendo el uso indiscriminado de esposas y grilletes.

Desde Itamaraty, el canciller Mauro Vieira instó al representante del gobierno de Estados Unidos, Gabriel Escobar, para pedirle explicaciones por trato procurado a los inmigrantes brasileños deportados. El gobierno de Lula considera que el tratamiento de las personas fue degradante, incluyendo el uso indiscriminado de esposas y grilletes.

Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dio a conocer en las últimas horas que su país ya recibió vuelos con más de cuatro mil personas deportadas provenientes de los Estados Unidos. Las medidas adoptadas por la nueva administración mexicana incluye la implementación de un programa de apoyo a las personas deportadas llamado “México te Abraza”, que incluye albergues en la frontera con los Estados Unidos, una app para que las personas deportadas se comuniquen con los consulados y apoyo económico en caso de ser expulsados.

Marco Rubio, de gira por Centroamérica

En respuesta a estas tensiones, el nuevo secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, tiene previsto realizar una gira por varios países de Centroamérica, incluyendo Panamá, Costa Rica, El Salvador, Guatemala y República Dominicana, con el objetivo de implementar la agenda migratoria de la administración Trump. Rubio ha sido taxativo en su postura respecto a la migración, subrayando “la responsabilidad de cada nación en la repatriación de sus ciudadanos que se encuentren en situación irregular en territorio estadounidense”. En este sentido, la administración Trump parece decidida a mantener su postura radical frente a lo que considera “abusos y desinformación” por parte de ciertos gobiernos latinoamericanos.

Director general |  + notas

Consultor en comunicación estratégica. De raíces criollas y mestizas, sus antepasados se remontan a la historia del Alto Perú y también a la llegada de migrantes españoles en el siglo XIX. Apasionado por la historia y cultura latinoamericana.


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