Compartir:

En diálogo con Refugio Latinoamericano (RL), algunos colectivos que aglutinan a personas migrantes, muchos de los cuales escaparon de violencias en sus países de origen, se mostraron preocupados de que los discursos de odio legitimen actos de violencia, y ven esta etapa como un fuerte retroceso en cuestión de derechos. También se sintieron agradecidos por la reacción de la sociedad: “Los argentinos son nuestros hermanos”, expresaron.

Bajo un sol abrasador, miles de personas inundaron este sábado las calles durante la Marcha Federal LGBTIQ+ Antifascista y Antirracista, en un contundente rechazo a los discursos del presidente Javier Milei en el Foro Económico de Davos, donde estigmatizó a colectivos de diversidad y alimentó retóricas xenófobas. La movilización, replicada en múltiples ciudades del país, no solo exhibió el descontento social frente a las políticas excluyentes del gobierno, sino que consolidó una resistencia que ya no se limita a las redes.

Impulsada inicialmente por el colectivo LGBTIQ+, la marcha se transformó en un articulador de reclamos. En la marcha confluyeron organizaciones sociales, movimientos de derechos humanos, sindicatos, estudiantes, jubilados y también colectivos de personas migrantes para impugnar un discurso oficial que busca instalar un clima antiinmigrante en nuestro país.

La alerta entre las comunidades migrantes no es casual: desde la propuesta del recientemente expulsado del bloque de La Libertad Avanza, el legislador Ramiro Marra, de construir un muro en la frontera con Bolivia (que hoy es impulsado por el gobierno de Salta, a pedido del Ministerio de Seguridad de la Nación, en forma de alambrado), hasta el arancelamiento de los servicios de salud para extranjeros en algunas provincias, las señales de exclusión se multiplican. Tras las declaraciones de Milei en Davos, donde denunció una supuesta “colonización inversa” como producto de la migración actual y acusó a las personas migrantes de cometer crímenes en toda Europa, los colectivos migrantes comenzaron a alzar la voz y salir a las calles, en un contexto internacional marcado por la agenda antiinmigrante promovida por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.

Las voces migrantes, en primera persona

Muchas organizaciones de personas migrantes estuvieron presentes durante la jornada | Imagen: Tiago Ramírez Baquero

En diálogo con RL, Marco, inmigrante chileno e integrante del Bloque de Trabajadores y Trabajadoras Migrantes, expresó que los discursos actuales “solo aumentan la violencia”, y que “las personas disidentes y migrantes enfrentamos múltiples vulnerabilidades”. También señaló que Argentina ha sido un “país de destino para muchas comunidades migrantes, especialmente para las personas LGBTIQ+, quienes llegan escapando de las violencias en sus países de origen”. Agregó que, históricamente, “la Argentina ha sido un modelo de derechos humanos en la región”, y considera que la actual etapa constituye un “retroceso”.

Integrantes del Bloque de Trabajadores y Trabajadoras Migrantes | Imagen: Jessica Paola Vargas

Por su parte, Irvin, migrante colombiano y miembro de la misma organización y de Migrantas Disidentes, destacó las numerosas acciones que ambas entidades llevan a cabo en los territorios para apoyar a las personas migrantes y facilitar su integración. Sin embargo, mencionó que la situación se ha complicado bajo el gobierno de Javier Milei, señalando que “el aumento de tasas para los trámites de regularización de la situación migratoria afectó nuestro trabajo”. Irvin también opinó que el gobierno ataca a las personas migrantes como una estrategia para desviar la atención de la crisis nacional: “nosotres, como migrantes, fuimos el primer sector señalado como chivo expiatorio”.

Alejandra, miembro del Colectivo de Personas Afrodescendientes LGBTIQ+, destacó que, como migrantes y afrodescendientes, se movilizaron contra las políticas de ajuste de este gobierno, que ha recortado políticas afirmativas y debilitado instituciones como el INADI. Señaló que los discursos de odio “no solo perpetúan estereotipos, sino que legitiman actos de violencia, como la quema del monumento a María Remedios del Valle, el triple lesbicidio en Barracas y el intento de lesbicidio en Cañuelas” tras los dichos de Milei en Davos.

Masha, refugiada de Rusia desde hace más de un año, también se expresó al respecto: “estoy aquí por mis derechos y por los derechos de los argentinos”, afirmó, y comparó los discursos de Milei con los de Vladimir Putin, señalando que su tono era “tipo Putin-like”.

Finalmente, representantes de la comunidad uruguaya que se identifican con el Frente Amplio en Buenos Aires se manifestaron preocupados por la situación. “Como uruguayos migrantes, que hemos vivido muchos años en Argentina, y con la mayoría de nuestros desaparecidos aquí, vemos cómo el gobierno está desfinanciando los centros de memoria, como el de Automotores Orletti”, señalaron. También expresaron que la marcha fue un catalizador para que la gente saliera a las calles. “Tenemos que agradecer a la comunidad LGBTIQ+ por su rápida respuesta y sumarnos a su lucha. Porque ni la CGT, ni la CTA, ni ningún gremio hizo algo por los despedidos ni convocó a un paro general”, concluyeron. “Los argentinos son nuestros hermanos”.

Representantes de la comunidad uruguaya, presentes en la marcha | Imagen: Lena Montero

El impacto de la Marcha Federal en la estrategia libertaria

El gobierno tomó nota de la multitudinaria movilización en Plaza de Mayo y mandó a filtrar que no se tocará el matrimonio igualitario y que ahora “duda de la eliminación de la figura de femicidio”.

Aunque el aparato comunicacional que digita el asesor Santiago Caputo se encargó de decir que no existió un discurso homofóbico de parte de Javier Milei, sino que se trató de una edición maliciosa, la bala entró.

Los días previos a la movilización, el gobierno se encargó de decir que no estaba en contra de la marcha. La Casa Rosada, por orden de Karina Milei, desactivó el protocolo antipiquetes. Pero además, trató de desplegar un operativo de desprestigio subiendo al peronismo al ring, que no tuvo mucho éxito.

En cambio, la convocatoria logró despabilar a algunos dirigentes del peronismo: Se los vio marchar al gobernador Axel Kicillof, al diputado Máximo Kirchner y hasta a Sergio Massa. La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner también aprovechó la oportunidad para recordarle a Milei que “derecho a la prosperidad y a la felicidad son los límites que Milei no solo no podrá violar, sino a los que, además, deberá dar respuesta más temprano que tarde”.

El relato oficial, para reforzar la idea de que Milei no es homofóbico, cuenta que el presidente mantuvo el viernes una conversación telefónica con el legislador Damián Arabia. El diputado bullrrichista le planteó su temor y el de sus amigos tras el discurso de Davos. En un posteo de X, Arabia dijo este domingo que Milei “está de acuerdo con el matrimonio igualitario, ya que no es otra cosa que los mismos derechos y la igualdad ante la ley. Y que, para él, la libre sexualidad de las personas, siempre de manera consensuada, merece todo su respeto.”

El otro mensaje lo filtró el diario La Nación en su tapa: “El Gobierno ahora duda de la eliminación de la figura de femicidio: podrían salir en libertad unos 300 condenados”. Según la nota, se “trabaja en la elaboración de un proyecto de ley más amplio y general, que considere a la familia como el bien jurídico a proteger, y donde se incluirían aspectos relacionados con la violencia de género”.

El gobierno de Milei se muestra decidido al momento de instalar discursos de odio, pero lo hace sin medir su impacto y luego termina retrocediendo sin asumir los costos políticos. Pero esta vez, la reacción popular le marcó un límite: la movilización del sábado demostró que la sociedad argentina no está dispuesta a tolerar retrocesos en los derechos conquistados. La estrategia de ensayo y error de la Casa Rosada enfrenta un problema de fondo: las redes pueden amplificar un mensaje, pero no pueden contener una respuesta organizada en las calles.

Cobertura: Jessica Paola Vargas, Lena Montero, Nicolás Cobelli, Paula Marussich, Lautaro Virginillo, Tiago Ramírez Baquero.

Imagen de portada: Tiago Ramírez Baquero

+ notas

Compartir:
Mostrar comentariosCerrar comentarios

Deja un comentario