El verano ha sido trágico para la Patagonia argentina tras los incendios forestales que consumieron más de 50.000 hectáreas, afectando principalmente a las provincias de Chubut, Río Negro y Neuquén. Aunque los incendios en El Bolsón han sido controlados, la comunidad, los brigadistas y los vecinos siguen esperando que esta pesadilla termine de una vez por todas.
Hace algunas semanas, los gobiernos provinciales anunciaron una asistencia económica de 30 millones de pesos para los propietarios que perdieron sus hogares, así como otra ayuda destinada a emprendedores y productores afectados por los incendios.
Para acceder a este apoyo financiero, los damnificados debieron realizar los trámites correspondientes, presentando documentación (escrituras, planos, etc.) que acreditara la propiedad de sus viviendas o terrenos. Este beneficio económico se complementa con donaciones y ayuda que han llegado al sur desde distintas partes del país.
Sin embargo, como en todo lugar, las circunstancias residenciales son diversas y complejas, y la Patagonia no es la excepción. Muchas personas han perdido todo y, aun así, no podrán acceder a ninguna asistencia económica debido a que no cumplen con los requisitos exigidos. Entre ellas se encuentran quienes migraron al sur en busca de una nueva vida y aún no cuentan con la documentación necesaria.
El caso de Damián Fumberg
Desde 2007, Damián soñaba con dejar Buenos Aires y construir una nueva vida en la Patagonia. En 2015, viajó con amigos y conoció Mallín Ahogado. Apenas llegó, sintió que ese era su lugar.
El camino no fue fácil. Hace un año y medio, su salud le jugó una mala pasada: le diagnosticaron miocardiopatía dilatada y apnea obstructiva del sueño. Pero esto no impidió que su deseo de establecerse en el sur siguiera en pie. Fue entonces cuando un amigo le ofreció un espacio en su terreno para que pudiera comenzar su instalación definitiva. Damián aceptó y viajó varias veces a Buenos Aires para traer todas sus pertenencias y los materiales con los que construiría su casa.
Mientras tanto, su Renault Kangoo se convirtió en su hogar, su refugio transitorio, su casa rodante en medio de un paisaje que ya sentía como propio.
Febrero era el mes señalado para comenzar la construcción. Todo estaba listo: sus cosas en Mallín, los materiales preparados, sólo faltaban algunos detalles. Pero el destino y el fuego tenían otros planes.
Cuando los incendios avanzaron sobre la región, el humo y su condición de salud se volvieron una combinación demasiado peligrosa. Tuvo que alejarse de la zona, con la esperanza de que aquel cuarto donde guardaba su vida y sus sueños lograra resistir. Hasta que llegó el llamado de Pablo, un vecino también afectado por el desastre quien le dio la peor noticia que podía recibir:
“-Se quemó todo.”
En cuestión de días, todo lo que había reunido, todo lo que había soñado, quedó reducido a cenizas. Sus pertenencias, sus recuerdos, los materiales para su casa, nada quedó en pie. Cuando volvió al terreno para evaluar los daños, se encontró con una imagen desoladora: hasta el aluminio de su bicicleta se había derretido. Todo lo que tenía, lo que había juntado con esfuerzo, había desaparecido.
Hoy, Damián se encuentra en Bariloche, sin acceso a asistencia económica, tratando de lograr su nueva meta que es camperizar su vehículo para poder vivir allí hasta que logre recomenzar su proyecto.
Esta historia es solo una de tantas que existen en distintos rincones del sur. Cualquier ayuda será un gran aporte para que ese sueño que lo llevó a la Patagonia retome fuerzas y, como dice el mito del Ave Fénix, Damián pueda renacer de entre las cenizas.
Para ayudar a Damián:
📌 Alias: melena.de.leon.mp (Damián Fumberg)
📌 Teléfono de contacto: 2944512960 / 1123302499
Es licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y Locutor Nacional por el ISER. Con amplia experiencia como cronista de exteriores, su interés está centrado en la visibilización de las problemáticas de minorías que suelen quedar fuera de la agenda de los grandes medios.
Su historia familiar está atravesada por la migración: su abuelo llegó desde Grecia escapando de la guerra, y tanto sus padres como él vivieron la experiencia de la migración interna.
