En el marco del Día Internacional de los Trabajadores, resulta imprescindible reflexionar sobre los orígenes históricos de esta conmemoración y, a la vez, visibilizar las condiciones de precariedad y desprotección que aún enfrentan amplios sectores laborales, en particular los trabajadores y trabajadoras migrantes.
Cada 1º de mayo se conmemora una fecha emblemática para el movimiento obrero internacional. Su origen remite a la huelga iniciada en Chicago en 1886, en reclamo por la implementación de la jornada laboral de ocho horas. La represión estatal y empresarial que siguió a esas protestas derivó en la ejecución de varios dirigentes sindicales, cuyos nombres quedaron grabados en la memoria colectiva como símbolo de lucha por los derechos laborales.
A más de un siglo de aquellos acontecimientos, los avances en materia de legislación laboral y sindical no han sido suficientes para garantizar condiciones dignas para todos los trabajadores. La fragmentación del empleo, el crecimiento del sector informal y las crecientes desigualdades sociales han generado nuevos desafíos que afectan, en particular, a las poblaciones migrantes.

De acuerdo con el Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2024 de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), los trabajadores migrantes constituyen aproximadamente el 4,9 % de la fuerza de trabajo global. En muchos casos, se encuentran expuestos a condiciones de explotación, desprotección legal, discriminación y obstáculos para acceder a derechos básicos. A pesar de desempeñar funciones esenciales en sectores como la agricultura, la construcción o el trabajo de cuidados, sus contribuciones continúan siendo invisibilizadas y escasamente reconocidas por los Estados receptores.
En esa misma línea, Amnistía Internacional ha documentado numerosas situaciones de abuso laboral y violaciones a los derechos humanos de personas migrantes en distintos países. En su informe “Canadá me ha destruido” (2024), la organización denuncia cómo el Programa para Trabajadores Extranjeros Temporales (TFWP) en Canadá habilita prácticas sistemáticas de explotación. La vinculación del estatus migratorio al empleador impide que quienes sufren maltrato puedan denunciar sin exponerse a represalias o a la pérdida de su fuente de ingreso.
De acuerdo con el Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2024 de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), los trabajadores migrantes constituyen aproximadamente el 4,9 % de la fuerza de trabajo global. En muchos casos, se encuentran expuestos a condiciones de explotación, desprotección legal, discriminación y obstáculos para acceder a derechos básicos.

En el contexto latinoamericano, la situación no es menos preocupante. Migrantes provenientes de países como Venezuela, Haití o Bolivia, muchas veces se insertan en economías informales que los excluyen de los sistemas de protección social. La ausencia de políticas integrales de regularización y acceso a derechos profundiza su vulnerabilidad, perpetuando un modelo laboral que se beneficia de su precariedad.
Este 1º de mayo, la evocación de las luchas obreras del pasado adquiere plena vigencia. La defensa del trabajo digno y la justicia social requiere hoy, más que nunca, incorporar a la agenda pública la realidad de los trabajadores migrantes, garantizando condiciones equitativas, seguras y respetuosas de sus derechos fundamentales.
Imagen de portada: Chintya Akemi Keirayuki en Unsplash.
Periodista, docente universitario y terciario, y generador de contenidos con amplia experiencia en medios y espacios de formación. Su identidad está atravesada por una historia migrante: su padre nació en Túnez, en el norte de África, y emigró a Buenos Aires impulsado por el imaginario que construían el noticiero Noticias Argentinas y las películas de Lolita Torres, que su familia veía con fascinación. Su madre, oriunda de Crucecita, Gerli, aporta la raíz local a una historia personal tejida entre continentes. Esa mezcla de orígenes y pasiones alimenta su mirada crítica y sensible sobre el mundo del trabajo, la comunicación y las migraciones.