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En el barrio de Almagro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se encuentra el Instituto Argentino Japonés Nichia Gakuin, una institución emblemática de la migración japonesa de inicios del Siglo XX que al día de hoy continúa educando y transmitiendo la cultura del país asiático en la Argentina. 

Un instituto creado con ilusión, esfuerzo y a “puro pulmón”

La historia del Instituto es paralela a la historia de la comunidad japonesa en Argentina. Si bien los primeros inmigrantes japoneses arribaron hacia finales del siglo XIX, la migración nipona se incrementó significativamente en las primeras décadas del siglo XX; el aumento de los flujos migratorios fue impulsado por la modernización   productiva (que había rezagado a algunas zonas del país, como el caso de Okinawa) y por los diversos conflictos de los que Japón formó parte y que sumieron al país asiático en una crisis. Al igual que en otras partes del mundo, comenzaron a repartirse folletos que promocionaban a la Argentina como un lugar esperanzador para un nuevo comienzo. El principal objetivo de los japoneses que migraban a Argentina consistía en trabajar, juntar dinero y regresar a Japón. Sin embargo, su retorno se aplazó y decidieron quedarse, apostando al país. La gran mayoría trabajaban de tintoreros o de floricultores, dos profesiones que elegían por el detallismo que requerían y porque no necesitaban comunicarse demasiado en español para poder ejercerlas. 

El Instituto Nichia Gakuin es una asociación civil sin fines de lucro | Imagen: Instagram

Durante su estadía en Argentina se encontraron con la posibilidad de que sus hijos perdieran el idioma de su madre patria. Ante este temor, un grupo de inmigrantes japoneses crearon el Instituto en 1927, cuya ubicación original era en Ituzaingó 891. Allí, 36 alumnos iniciaron el Curso de Idioma Japonés. En 1929, el Instituto fue trasladado al primer edificio totalmente adquirido por la colectividad japonesa, ubicado en calle Finochietto 840, el cual era una pensión donde habitaron los primeros inmigrantes japoneses. 

Precisamente en 1938 abrió sus puertas la escuela bilingüe castellano-japonesa, a la cual el entonces Ministerio de Justicia e Instrucción Pública le otorga reconocimiento oficial como institución educativa, aunque solo reconoció la sección impartida en español, no la brindada en japonés. No obstante, esto representó un gran logro para la comunidad migrante japonesa.

Sin embargo, a partir de marzo de 1945, tras la declaración de guerra del gobierno de facto argentino a las potencias del Eje (entre las que se incluía Japón), el colegio fue obligado a cerrar. Luego, a los pocos meses que finalizara la Segunda Guerra Mundial y se derogara la ley que dispuso su clausura, el Instituto reinició su trabajo, pero solamente como una academia de idioma japonés. No obstante, el sueño de la colectividad japonesa de poseer un colegio oficial de español-japonés continuaba en pie. 

Para hacerlo posible, se adquirió un terreno en Yatay 261, donde en 1979 comenzó la construcción de la escuela, que abrió sus puertas cinco años después. Finalmente, en 1984 se inauguró el nivel inicial y primario del Instituto Privado Argentino Japonés en Buenos Aires, Nichia Gakuin, con una matrícula inicial de 66 alumnos, desde la sala de cinco años hasta cuarto grado inclusive. Desde su apertura, las clases en español se dictan por la mañana, mientras que las de japonés tienen lugar por la tarde. El nombre del instituto surgió de la unión de dos ideogramas: Nichi, que representa a Japón, y A, que simboliza Argentina. Gakuin, por su parte, significa ‘instituto’ en japonés. Así, Nichia Gakuin se traduce como Instituto Argentino Japonés.

Cabe destacar que la reubicación del Instituto en Almagro no respondió a una cuestión de proximidad a la colectividad japonesa, puesto que ese barrio no ha concentrado a los inmigrantes nipones. Incluso, inicialmente se habían inclinado por ubicar el edificio en la intersección de las avenidas San Juan y Jujuy; una ubicación con mejor acceso que Yatay al 200. Esto demuestra que, a diferencia de otras comunidades migrantes (como la sino-taiwanesa, por ejemplo), la japonesa no se centraliza en un barrio específico, sino que se encuentran dispersos alrededor de toda la ciudad de Buenos Aires. 

Si bien durante los primeros años quienes concurrían al Nichia Gakuin eran migrantes japoneses y/o nikkei (es decir sus descendientes), con el correr del tiempo mucha gente que no lo eran comenzó a interesarse cada vez más por su proyecto educativo; estos fueron inmediatamente bien recibidos por las autoridades y los estudiantes del colegio. Así, a medida que se ampliaba el alumnado, se ampliaba el terreno y el edificio del Instituto. En 1996 se inauguró el nivel secundario del colegio y, recién en el 2010, se le otorgó el reconocimiento de la oficialización del idioma japonés. Ese mismo año se creó el Centro Cultural Nichia Gakuin, cuyo objetivo principal es la difusión del idioma y la cultura nipona. 

En 2021 se inauguró el nivel terciario que consiste en una Tecnicatura de Lengua y Cultura Japonesa con orientación en Educación Intercultural y una duración de tres años.

Su composición

El Instituto Nichia Gakuin es una asociación civil sin fines de lucro que se encuentra conformada por una comisión directiva integrada por padres de alumnos. Debajo de esta, se encuentra la dirección general, conformada por la directora general, la de relaciones institucionales, la del centro cultural y los directores y/o rectores de los cuatro niveles y del sistema Doyobi (un método de enseñanza del idioma y la cultura japoneses para las infancias). Además, buena parte del cuerpo docente está integrado por educadores nikkei. En el caso del terciario también hay dos profesores argentinos que dictan sus clases de manera virtual debido a que habitan en el exterior, uno desde Japón y otro desde Estados Unidos. Al tratarse de un Instituto privado, depende de la Dirección General de Educación de Gestión Privada.

Por otro lado, Nichia Gakuin cuenta con el Instituto Educativo Plurilingüe -español, japonés e inglés- que refiere a los tres niveles de la educación básica, del Instituto Superior de Estudios Japoneses -nivel terciario-, del Centro Cultural, de una Escuela de Idioma y Cultura Japonesa para Niños -sistema Doyobi- y Adultos, y de un Área Deportiva con diferentes disciplinas entre las que se destacan dos tipos de artes marciales japoneses: Kendo y Judo. Actualmente, el 70% del alumnado del instituto Educativo Plurilingüe no es nikkei. También concurren alumnos de las comunidades taiwanesa y coreana, lo que da cuenta de la amplia diversidad cultural presente en la institución educativa. 

Por su parte, la Escuela de Idioma y Cultura Japonesa funciona los días sábados. Esta sección del instituto es la que más alumnos posee, alcanzando los 500 estudiantes en la actualidad, de los cuales el 90% no es nikkei. Las personas no descendientes de japoneses se acercan a Nichia Gakuin con un gran interés en toda la cultura nipona; en particular sobre las principales tendencias que se han popularizado alrededor del mundo durante los últimos años y están en pleno auge: el manga, el anime, las artes marciales, el origami, la gastronomía japonesa, entre otras. De esta manera, encuentran en Nichia Gakuin una puerta de acceso a la cultura japonesa. Incluso muchas personas acuden al Instituto para aprender a leer un manga en idioma original, y otros se acercan para poder ver anime sin la necesidad del doblaje.

El Centro Cultural de Nichia Gakuin: sus actividades

Delia Mitsui, la actual Directora de Relaciones Institucionales y del Centro Cultural le presentó a Refugio Latinoamericano las diversas actividades abiertas a la comunidad que se realizan en el centro cultural, con el fin de fortalecer los lazos entre la sociedad argentina y la japonesa. 

Allí suelen llevar a cabo diferentes talleres para conocer la cultura japonesa y jornadas especiales como el Nippon manía, un evento que concentra en un solo día la mayor cantidad de actividades culturales de Japón en un único espacio. Se realizan exposiciones de origami y de Ikebana, se brindan charlas, demostraciones de la ceremonia del té, entre otras actividades. Nippon Manía cuenta, además, con el auspicio de entidades y autoridades oficiales japonesas, tales como la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) y la Embajada de Japón en Argentina. “La idea de Nippon manía es que la gente pueda vivir y respirar Japón en un día” comentó Delia Mitsui. Otro evento especial que lleva a cabo el Centro Cultural es la kermés anual del colegio de Nichia Gakuin

Nichia Gakuin como fuente de valores

El Instituto aporta y contribuye lo bueno que tiene Japón a sus alumnos, tengan o no descendencia japonesa. Para lograr formar individuos que se rijan por la armonía y la paz en sus vidas cotidianas, Nichia Gakuin pone en práctica valores característicos de la cultura japonesa: la empatía, el orden y la limpieza, el respeto al otro, la integridad y el agradecimiento. “No es que todo lo de Japón sea maravilloso. Nuestro propósito es sumar a lo bueno que tiene Argentina la parte positiva de Japón. Creo que es eso lo que nosotros le transmitimos a los estudiantes” reflexiona Delia. 

En suma, en Nichia Gakuin no solo aprenden el idioma japonés, sino que los alumnos de la institución hacen propios, a través del idioma y de la cultura, lo mejor de los valores japoneses.

+ notas

Tesista en Relaciones Internacionales. Ha trabajado como investigadora y en el área de comunicación del Observatorio Sino-Argentino. Sus raíces familiares provienen de Galicia (España). Su principal área de interés se centra en el estudio de los procesos sociopolíticos de Asia del Este.


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