La comunidad boliviana en Argentina celebró la 69° Peregrinación de la Virgen de Copacabana a la Basílica de Nuestra Señora de Luján. Miles de personas participaron de la celebración, la cual inició con la Santa Misa y el cambio de manto de la Virgen; y finalizó con un desfile folclórico caracterizado por la música de carnaval y la colorida vestimenta de sus bailarines.
El pasado domingo 3 de agosto se llevó a cabo la 69° Peregrinación de la Virgen de Copacabana a la Basílica de Nuestra Señora de Luján, la cual fue organizada por la Pastoral Boliviana y congregó a una importante cantidad de migrantes bolivianos que visitaron la capital argentina de la fe con el principal fin de festejar a la patrona del país andino.
Esta celebración, característica de la colectividad boliviana en Argentina, se realiza cada primer domingo de agosto desde 1957 y consiste en homenajear a la Virgen de Copacabana, declarada “Reina de la nación”, que se encuentra en una cripta dentro de la Basílica. La jornada inició a las 9 horas con un acto cívico protocolar en el que se izaron las banderas de ambos países y se entonaron sus himnos. Continúo con la salida de la Virgen de la Basílica y el Rezo del Santo Rosario.
Luego, se celebró la Santa Misa y, tras su fin, se llevó a cabo la procesión de imágenes religiosas, donde los numerosos fieles que se acercaron a Luján mostraron los diferentes santos que llevaron consigo. Durante el momento de la celebración se realizó, como todos los años, el cambio de manto de la Virgen de Copacabana. Es importante señalar que el nuevo manto debe tener un color diferente al del anterior, en cumplimiento con la costumbre.
Una celebración llena de música y colores
Luego de la misa y la procesión de imágenes religiosas, se dio comienzo al desfile folclórico, el momento más esperado de la celebración, no solo por los migrantes bolivianos que se acercaron a Luján desde diversos puntos de la Argentina, sino que también por los vecinos de la ciudad anfitriona. En esta ocasión desfilaron cuatro fraternidades de la comunidad boliviana, las cuales organizaron la actual edición de la Peregrinación en conjunto con la Municipalidad de Luján.
El recorrido del desfile inició desde el Parque Ameghino y se dirigió hacia la Basílica. Contó con la participación de alrededor de siete mil fraternos, que bailaron y cantaron al son de la música de carnaval que interpretaban los músicos de las distintas bandas que desfilaron con ellos. Entre los músicos se destacaron los percusionistas con sus bombos, los trompetistas y los tubistas, quienes tocaron sus instrumentos de viento, asegurando un sonido alto y claro para que todos los bailarines pudieran cantar mientras danzaban y se acercaban a la Basílica.
Cada uno de los fraternos que desfiló se presentó a la jornada vestido de carnaval. Los atuendos que lograron verse a lo largo de toda la celebración se caracterizaron por representar vestimentas tradicionales de Bolivia, destacando por sus colores brillantes y numerosos detalles. Es menester mencionar que, al ser una festividad organizada netamente por la colectividad boliviana, la vestimenta fue financiada por cada uno de los bailarines y músicos que desfilaron durante todo el evento.
El desfile terminó a la noche, dando fin a una jornada llena de cultura, colores vibrantes, música folclórica y gastronomía típica de Bolivia. En suma, una fiesta que congregó a miles de migrantes bolivianos.
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Tesista en Relaciones Internacionales. Ha trabajado como investigadora y en el área de comunicación del Observatorio Sino-Argentino. Sus raíces familiares provienen de Galicia (España). Su principal área de interés se centra en el estudio de los procesos sociopolíticos de Asia del Este.