Al cierre de su gestión en Seguridad, Patricia Bullrich sella un movimiento clave en la política interna al trasladar la órbita de Migraciones a su ministerio, renombrándola como Agencia Nacional de Migraciones (ANM). Si bien la reforma se justifica bajo el argumento de una gestión “integral”, la movida es interpretada como un claro empoderamiento político de la ministra saliente. El anuncio genera preocupación entre los migrantes por su estrecho parecido con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos, la agencia responsable de las deportaciones masivas durante la administración Trump, en lo que se lee como un gesto de alineamiento con la agenda de la Casa Blanca.
Despedida a lo Bullrich. La senadora electa por la Ciudad de Buenos Aires se marcha del Ministerio de Seguridad con un anuncio en materia migratoria. En la repartija política interna del gobierno nacional de la República Argentina, Patricia Bullrich logró llevar a su cartera el control de migraciones, antes a cargo del Ministerio del Interior.
El martes 25 de noviembre, la dirigente política que asumirá su banca en el senado nacional el 10 de diciembre, destacó que se llevará a cabo una reforma en el control de los aeropuertos y de las fronteras terrestres y marítimas. A priori, los cambios más evidentes parten de lo cosmético, de lo retórico. La actual Dirección Nacional de Migraciones comenzará a llamarse Agencia Nacional de Migraciones, además del mencionado paso del ministerio que comanda Diego Santilli a Seguridad.
Más allá de lo discursivo, por el momento no existen grandes lineamientos sobre las diferencias entre la extinta DNM y la flamante ANM. “Es una nueva forma de administrar las migraciones, más integral y avanzando hacia una Agencia Nacional de Migraciones, donde también colaboren todas nuestras provincias con una mirada federal y nacional”, afirmó Bullrich.
En la presentación, la ex PRO estuvo secundada por su sucesora, Alejandra Monteoliva. Además, asistieron jerarcas de las fuerzas de seguridad federales: Gendarmería, Policía de Seguridad Aeroportuaria, Prefectura Naval y Policía Federal. Organismos que ahora, en teoría, trabajarán de manera más coordinada.

Resta saber si la nueva agencia seguirá manteniéndose como un órgano descentralizado, con recursos propios, como venía siendo hasta aquí la DNM. El cambio de mando en el tema migratorio habla de un claro empoderamiento de Bullrich en materia política, por lo que se puede presumir que la ministra saliente buscará tener un control casi discrecional sobre la ANM.
En su discurso, Patricia Bullrich alardeó de que Argentina no tiene organizaciones criminales transnacionales de gran porte instaladas en su suelo, como sí sucede en otros países latinoamericanos. A todas luces, lo que afirma la ministra es cierto, aunque se trata de un logro de toda la sociedad que compone a la Argentina, incluidos sus inmigrantes, y no a una política en particular.
Alineamiento circense al gobierno de los Estados Unidos
En el estrecho vínculo ideológico que existe entre el gobierno de los Estados Unidos y Argentina también se encuentra el tema seguridad. La presencia policial, los controles rigurosos y la “mano dura”, son similitudes evidentes entre ambas conducciones, que en muchos casos derivan en excesos por parte de las autoridades.
Además, el anuncio de Patricia Bullrich para crear una nueva fuerza de policía migratoria remite directamente el modelo del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE). La relevancia de esta analogía reside en que el ICE fue el puntal operacional de la administración Trump en la ejecución de deportaciones masivas, estableciendo un precedente que marca las expectativas sobre el alcance y la dureza de la nueva estructura propuesta.
En la diatriba libertaria, aquel anhelo de la Constitución Nacional que pregona una bienvenida para “todos los hombres de buena voluntad que quieran habitar el suelo argentino”, parece quedar en segundo plano. La parafernalia en migraciones devela un nuevo gesto dentro de la intención de contentar a la conducción norteamericana.
Al abrir las sesiones ordinarias del Congreso Nacional el primero de marzo de este año, Javier Milei volvió a expresar cuál es su idea en el asunto migratorio. “No podemos ser tomados de tontos por nuestros vecinos ni ser un centro de beneficencia pagado por el bolsillo de los argentinos”, espetó el presidente.
Donald Trump tuvo al tema migratorio como un pilar en su campaña que lo llevó a la Oficina Oval de la Casa Blanca por segunda vez en su vida. Desde la Rosada surge un acting en la misma línea, pese a que la realidad argentina no tiene punto de comparación en ese métier.
Los faros internacionales de Milei, según sus propias palabras, son los Estados Unidos e Israel. En ese sentido, también Patricia Bullrich (reafirmando su condición de alfil político de alto calibre en el esquema Karina y Javier Milei) se reunió con el canciller israelí Gideon Sa’ar al día siguiente del anuncio sobre la Agencia Nacional de Migraciones. ¿Con qué tópico como eje principal del mitín? También la seguridad.

En septiembre, Argentina anunció la implementación de Terminales de Autenticación Biométrica
La disposición 1.399/2025, sancionada el 9 de septiembre de 2025 y publicada en el Boletín Oficial dos días después, determinó la implementación de Terminales de Autenticación Biométrica en los pasos fronterizos y aeropuertos de Argentina. Una TAB contiene módulos de lectura de huellas digitales, cámaras de reconocimiento facial y puerto lector de DNI y pasaporte, y opera con personas que previamente se deben registrar.
Consultado por Refugio Latinoamericano, Martín Arias Duval, ex director nacional de migraciones (2007-2015), advierte que se pueden dar algunos contratiempos en la operatividad de las terminales. “La conectividad y los servidores de la Dirección de Migraciones (ahora Agencia Nacional de Migraciones) no sé si están preparados para soportar el volumen de información que se va a transmitir desde los pasos terrestres hasta los servidores centrales y el Registro Nacional de las personas”, afirmó.

“Las terminales biométricas operan contra base de datos del Registro Nacional de las personas y base de datos de la Dirección Nacional de Migraciones. Si bien en los pasos fronterizos terrestres hay servidores locales, a veces están desactualizados porque hay cortes de conectividad por una tormenta o por lo que sea. Pueden darse cortes de conectividad y la sincronización entre el servidor central y los servidores locales no es instantánea, sino que tiene un delay, eso puede producir algunas complicaciones”, agregó.
Sin embargo, Arias Duval considera que el enrolamiento previo agiliza las posibilidades. La medida alcanza a quienes pretenden mantener estadías cortas en países vecinos. Los registrados para las TAB deberían pasar por un tótem si van a estar en territorio limítrofe durante 72 horas como máximo y sin alejarse más de 100 kilómetros del paso fronterizo. De esta manera, la resolución parece pensada para tráfico temporal, como se puede dar en situaciones laborales.
Además, solo está disponible para mayores de 13 años. Los menores de edad deberán contar con una autorización especial de los padres o tutor. “Con enrolamiento previo se simplifica, porque lo único que hay que hacer es poner el dedo o sacarse una foto y punto, pasás”, sostuvo el abogado Arias Duval. “Se debería implementar en los lugares donde la infraestructura dé para hacerlo, y los demás acondicionarlos”, sugirió.
En casos en los que los individuos ceden datos personales sensibles, surge la duda sobre la utilización de los mismos. No obstante, el ex director nacional de migraciones considera que no deberían correr peligro, a menos que se dé un mal uso de la información: “Son datos que están protegidos por ley y que migraciones no debería compartir sin orden judicial. No debería utilizarlos para un fin distinto por el que los adquiere esos datos”.
“Utilizar los distintos organismos del Estado para lo que fueron creados”
Martín Arias Duval advierte que diferentes fuerzas de seguridad no cumplen su función primigenia. Por ejemplo, Gendarmería debería controlar los límites terrestres. Sin embargo, a la fuerza dependiente de nación se la ve involucrada en cuestiones internas en diversas oportunidades.
“La Dirección Nacional de Migraciones que se ocupe del registro de ingreso y egreso de personas y la autorización por pasos fronterizos habilitados y en los horarios habilitados. El resto de los pasos de frontera terrestre deberían estar al cuidado de la Gendarmería Nacional. Es bastante antipático lo que voy a decir, sobre todo para algunos lugares del conurbano, pero tener a la Gendarmería en el conurbano no es lo mejor. La gendarmería nacional fue pensada y son capacitados y preparados para ir a trabajar y darle seguridad a las fronteras”, expresó el letrado.
Luego, cerró: “Veo patrulleros de la Prefectura Naval en el conurbano y yo creo que deberían estar patrullando el mar, los ríos. Una vez, un prefecto me dijo: ‘Donde hay humedad estamos nosotros. Siempre estamos cerca del agua’. Esa es la zona de jurisdicción de la prefectura y no el conurbano bonaerense u otros lugares”.
Cambios que están por verse
El anuncio de Patricia Bullrich, donde la Dirección Nacional de Migraciones muta a Agencia Nacional de Migraciones y se suma a la órbita del Ministerio de Seguridad, en teoría debería solucionar lo que señala Arias Duval. Las autoridades y las funciones de cada organismo se volvieron difusas. El movimiento se demuestra al andar, por lo que habrá que ver si la reconfiguración es un cambio efectivo, o si todo se reduce a un show y a un pasamanos político.
Por el momento, el juego de redes y la viralización alcanza hasta la cartera que comandará Alejandra Monteoliva a partir de diciembre. Operativos antidrogas son titulados con frases que apuntan al meme y al engagement en redes. Lo paradójico es que, a 48 horas del anuncio en torno a migraciones, desde seguridad nacional se ufanaron de siete allanamientos que fueron efectuados por Prefectura Naval en CABA y Mar del Plata, algo que no le corresponde a esa fuerza.
El operativo “Falsos McLovin”, que hace referencia al icónico personaje de la película Super Cool, capturó a cuatro personas, todos con nacionalidad argentina, aunque tres de ellos tienen origen extranjero. Lo que Bullrich amagaba a cambiar el martes, el jueves demuestra que sigue igual de desarticulado, con oficiales cumpliendo funciones ajenas. Quedará en manos de Monteoliva concretar el cometido de poner las cosas en su lugar.
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Periodista y redactor. Reside en Córdoba Capital. Nacido en Río Tercero, es descendiente de italianos que llegaron a Argentina a principios del siglo XX.
