Annobón, una isla africana ubicada en el Golfo de Guinea, debe su nombre al portugués Ano Bom (“Año Bueno”), ya que fue “descubierta” un 1 de enero. Desde 2022, los isleños luchan por su liberación, aunque oficialmente siguen siendo una de las ocho provincias de Guinea Ecuatorial. Sus intentos de independencia no han prosperado, y la represión de la dictadura vigente desde 1979 continúa afectando a la isla. En busca de apoyo internacional, sus autoridades han lanzado una campaña de concientización internacional que, recientemente, fue abordada de manera superficial por los principales medios en Argentina.
Durante casi toda su existencia, Annobón fue una isla ignota y sumida en la inmensidad del océano atlántico para países como Argentina, para luego convertirse en un boom informativo. En algún punto, la posverdad tal vez le haya jugado a favor a la causa annobonesa, ya que la supuesta intención de anexarse a la tierra del asado y el fútbol generó un gran impacto en los medios y en las redes sociales. Sin embargo, sus autoridades lo aclararon hasta el cansancio: solo piden ayuda humanitaria y acabar con la opresión del régimen de Guinea Ecuatorial.
La administración de Teodoro Obiang Nguema controla la isla de Annobón con puño de hierro desde su asunción en 1979, cuando derrocó a su tío, el dictador Macías Nguema (que gobernaba desde 1968). Guinea Ecuatorial es un pequeño país de la costa oeste de África, el único en el continente que tiene al español como idioma oficial, encallado en el Golfo de Guinea entre Camerún y Gabón. Su población ronda apenas los 1.6 millones de habitantes y su superficie es de 28 mil kilómetros cuadrados, lo que representa algo menos del tamaño de la provincia de Misiones. De igual manera, ante la indefensión de Annobón es un poderoso gigante.
Aunque todavía carece de reconocimiento internacional, la isla de 17 kilómetros cuadrados declaró su independencia unilateral de Guinea Ecuatorial en 2022, y desde entonces el sometimiento se acrecentó. Pese a que en un primer momento se difundió que su población rondaba los 5 mil habitantes, el primer ministro de Annobón exiliado en España, Orlando Cartagena Lagar, aclaró que en la actualidad no estarían llegando a los 3 mil pobladores. El yugo impuesto por Teodoro Obiang generó una diáspora que diezmó la población.
La crisis humanitaria impulsada por Guinea Ecuatorial
En un raid por los medios argentinos, Cartagena Lagar explicó cómo se vive en su región. Los alimentos provienen del cultivo de la tierra y de la pesca artesanal, no hay alimentos procesados, ni siquiera pan. No existen comercios de ningún tipo, como farmacias, por ejemplo. Las escuelas fueron desterradas, por lo que cuando los niños crecen, se ven obligados a emigrar para encontrar un mejor futuro, y el destino principal suele ser España.

Que no haya internet resulta obvio: tampoco hay electricidad. Los militares enviados por el estado opresor realizan razias que incluyen torturas, secuestros y violaciones, donde las niñas también son foco de los ataques. Un gran interés de Guinea Ecuatorial por la isla se debe a su importancia geoestratégica, además de contar con recursos pesqueros, minerales y petrolíferos.
La Organización de Naciones y Pueblos No Representados (UNPO, por sus siglas en inglés) presentó a fines de 2024 un documento que denunció diversas problemáticas. Entre ellos se encontraba el vertido de desechos y que la isla también habría sido utilizada para almacenar o transportar productos derivados del petróleo. También alzó la voz por las detenciones, la represión política y la exclusión a la que ha sido sometida la población de Annobón.
En julio de 2024, el partido Convergencia para la Democracia Social de Guinea Ecuatorial denunció, a través de fuentes annabonesas radicadas en Malabo (la capital ecuatoguineana), que 19 personas habían sido secuestradas en la isla por el régimen. Los locales habían realizado una protesta en contra de la voladura de rocas en un monte para la construcción de obras, lo que dañaba su ambiente.
Los capturados fueron divididos en dos grupos para ser trasladados a una comisaría de Gendarmería y a la comisaría central, la cual es conocida como “Guantánamo”. Aquel hecho de hace casi 2 años es solo un ejemplo de los diversos casos de violaciones de los derechos humanos, denunciados sistemáticamente por la comunidad annabonesa.
El lazo histórico entre Annobón y Argentina y la causa Malvinas
De acuerdo a lo que aclararon las autoridades de Annobón, el pedido de ayuda humanitaria a Argentina se debe a un lazo histórico, ya que la isla también fue parte del Virreinato del Río de la Plata en épocas de colonización española. La historia colonial en la región insular es variada, ya que fue administrada por diferentes países a lo largo de su historia.
En diálogo con Radio Mitre, el abogado español Aitor Martínez Jiménez, que asesora al premier Cargatena Lagar, explicó por qué Annobón miró a Sudamérica a la hora de pedir ayuda. “Annobón tiene una historia colonial particular, porque es una isla que pasó por diferentes manos coloniales. Empezó siendo dominada por Portugal, pasó por manos holandesas y después pasó a manos españolas, y se integró al Virreinato del Río de la Plata”, comentó.
Desde que se hizo pública la solicitud de los isleños, también se difundió que Guinea Ecuatorial es uno de los países que apoya históricamente a Argentina en su reclamo por su soberanía sobre las Islas Malvinas. En caso de enviar ayuda directa, la acción podría ser tomada como una intromisión en la política interna del país africano, lo que, con seguridad, generaría un conflicto diplomático.
Sin embargo, Argentina podría alzar la voz ante los organismos internacionales, para reclamar por la defensa de los derechos humanos en Annobón. La opción de un gesto misericordioso de ese estilo por parte del gobierno de Javier Milei parece poco probable, ya que la actual administración ha expresado en distintas oportunidades su falta de interés en los DD. HH.
Un régimen que lleva 46 años en Guinea Ecuatorial
El presidente de facto de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, es el segundo primer mandatario que acumula mayor tiempo en el cargo a nivel mundial, solo por detrás de Paul Biya, de Camerún. Su asunción tuvo lugar en 1979, cuando derrocó a su tío e impulsó un autoritarismo que se extiende hasta el día de hoy. El pueblo ecuatoguineano sufre la pobreza que aqueja a gran parte de África, con un 35% de los niños sufriendo desnutrición, según datos de la UNICEF.

Las elecciones se dan cada 7 años, pero están seriamente cuestionadas por la comunidad internacional. Por ejemplo, en los últimos comicios, Teodoro Obiang Nguema se erigió ganador con el 99,7% de los votos, según los datos oficiales. Las elecciones carecen de transparencia y competencia libre entre candidatos y partidos políticos, ya que los opositores son reprimidos.
Obiang Nguema, de 83 años, comenzó a partir de 2015 a ejecutar la construcción de una nueva ciudad capital, que va a reemplazar a Malabo, la actual. El mandatario pertenece a la etnia fang, la cual representa alrededor del 80% de los pobladores del país. En la isla de Annobón los habitantes son criollos afrodescendientes, por lo que sufren la discriminación y la represión del grupo mayoritario dominante.
La mediatización del caso de Annobón en Argentina
Con el pedido de ayuda humanitaria por parte de Annobón a la República Argentina se dio una confusión que creció a medida que se hizo masiva. En las redes sociales y en muchos medios de comunicación, los títulos hablaban de un pedido de anexión o que los annaboneses “quieren ser argentinos”, lo que generó un gran interés por parte del público.
Sin embargo, Orlando Cartagena Lagar se encargó de aclarar en cada entrevista que solo están pidiendo apoyo y compasión. Pese a su explicación, en más de una nota fue abordado con un tono jocoso, simpático, como si se tratara de una situación trivial. La banalización de la causa annabonesa llegó al punto de que su primer ministro fuera consultado sobre temas vernáculos, como el enfrentamiento entre Eugenia Suárez y Wanda Nara o el piloto de Fórmula 1, Franco Colapinto.

Al día de hoy, algunos portales siguen sostienendo en sus titulares que Annobón busca pertenecer a Argentina, como si intentara convertirse en una especie de distrito número 25. Tal vez, algunos de ellos lo hagan por desconocimiento y otros de manera consciente, con la intención de sumar clics a sus métricas.
Durante algunos días, Annobón fue parte de la tinta digital de las redes sociales y los portales y materia prima de los comentarios de panel, o las distendidas charlas de las radios devenidas en streaming que buscan revivir en la pantalla “la magia de la radio”, aunque con aires de superación.
La banalización del tema licuó el interés genuino que puede surgir del público en general. Asimismo, también provocó una difusión inusitada, que sorprendía al propio primer ministro de Annobón. De alguna manera, la mediatización puso en tema en discusión, aunque pagando el precio de que fuera de una manera superflua. Es un nuevo ejemplo de que, en la comunicación moderna, lo importante parece ser cómo el hecho de convertirse en contenido viral, no importando demasiado su veracidad, sino los medios utilizados (siempre y cuando se llegue al fin deseado).
En este caso, los habitantes de Annobón y sus autoridades no buscaron la viralización típica a partir de un hecho de consumo llano, sino que fueron protagonistas involuntarios de la propagación en línea. Ese protagonismo tampoco es conocido en su propia tierra, ya que las discusiones en los medios y en las redes sociales les son totalmente ajenas.
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Alejo Savio
Mi nombre es Alejo Savio. Tengo 26 años y soy periodista desde 2021. Nací en Río Tercero y actualmente vivo en Córdoba Capital, donde me dedico al periodismo y a la redacción.
Soy descendiente de italianos que llegaron a Argentina a principios del siglo XX, y valoro mucho mis raíces y la historia migrante de mi familia.
En mi tiempo libre, disfruto del cine y los deportes.