Mujeres Migrantes: una red de empoderamiento y emprendedurismo femenino

Al momento de llegar a la Argentina, muchas mujeres migrantes lo hacen acompañando a sus maridos, a sus papás o a algún familiar. Algunas quedan al cuidado de sus hijos y otras simplemente vienen solas. Cada una llega con su propia historia. 

El proceso de conseguir un trabajo o de emprender muchas veces se vuelve una tarea compleja. Sin embargo, la existencia de redes de apoyo que ofrecen capacitaciones para la inserción profesional son una gran ayuda para las migrantes que están en este proceso.  Esto se ve reflejado en “Mujeres Migrantes Emprendedoras”, de la Comisión de la Pastoral de Migrantes e Itinerantes (CEMI), una iniciativa que ofrece planes de capacitación a las mujeres que llegan a la Argentina y que desean emprender, basado en lazos de acompañamiento y empoderamiento femenino.

En ese espacio se trabaja con un grupo de mentoras que dan asesoramiento para las nuevas mujeres que se incorporan a la red. A su vez, se ofrece el ciclo de capacitaciones “Mujeres Semilla” sobre armado de CV, networking, y talleres que buscan potenciar sus negocios. Por último, se brindan asesorías en materia social, legal, laboral. 

Refugio Latinoamericano conversó con Patricia Funes, Coordinadora de Proyecto para el área de Emprendimiento Femenino del CEMI, y con dos mentoras, Roxana Rendón y Yeimi Rota, para conocer la trayectoria de la “Mujeres Migrantes Emprendedoras” y su rol clave en el empoderamiento femenino para la inserción laboral de mujeres migrantes en Argentina.

La Creación de la Red ‘Mujeres Migrantes Emprendedoras’ de CEMI

Este proyectó comenzó en el 2018, bajo la dirección de Patricia Funes, con la idea de crear un espacio de emprendedurismo femenino dentro del CEMI para que las migrantes que llegaran a la Argentina tuviesen acompañamiento, capacitación laboral y herramientas para emprender. Para tal fin, la incipiente red adoptó un enfoque de empoderamiento femenino para que las migrantes tomen las riendas de sus emprendimientos y se destaquen por lo que hacen. 

“Las mujeres tienen mucho empuje, son muy motivadoras, muy cálidas”, señala Funes. De a poco fueron sumándose mujeres de distintas nacionalidades, incluyendo venezolanas, sirias, haitianas, donde llegaban “cada una con su historia”. El acompañamiento y el apoyo mutuo entre las mujeres fue sentando las bases de la red. “Una red que ya no se desarma más”, sostiene Funes.

Desde Mujeres Migrantes Emprendedoras, Patricia Funes las ayudaba a armar el CV, las coacheaba y les preguntaba a las mujeres qué sabían hacer, qué podían emprender o si habían heredado algo de algún familiar. Algunas sabían tejer, otras bordar. Y así se fue logrando empoderarlas para que se sientan importantes y sean las protagonistas de su desarrollo profesional. 

Principales Desafíos

Cuando llegan, la primera traba con la que se encuentran es la homologación de los títulos universitarios. Resulta complicado la posibilidad de insertarse rápidamente en el mercado laboral por los trámites burocráticos -como la apostilla- que suelen ser costosos o pueden demorar años, o porque a veces no han podido sacar los títulos de su país. 

Otra de las dificultades está vinculada a la sobrecalificación de las profesionales. A pesar de tener largas trayectorias laborales en educación, administración, medicina, abogacía, muchas veces terminan trabajando en empleos poco remunerados o informales. “Acá me encontré con que tienes mucha experiencia, hay administradoras que no pueden acceder a un área administrativo básico y se van a trabajar en un delivery”, sostiene Roxanna.

También la existencia de una multiplicidad de títulos y estudios genera dificultades al momento de ingresar en el mundo laboral, “Tu CV está sobrevalorado. Es un choque de realidad”, nos cuenta Yeimi. Muchas profesionales como Yeimi, que se especializa en artes plásticas, manejan una gran diversidad de técnicas y muchas veces tienen que quitar esos conocimientos del CV o deben armar múltiples. A diferencia de otros países, en Argentina el perfil del puesto está definido y las descripciones de los puestos son más específicas. Por ello, desde la red se realizan capacitaciones enfocados en armar CV. 

“Mujeres Semilla”

Desde que se creó, la Red fue expandiéndose con esfuerzos de mujeres que fueron conteniéndose y a la vez capacitándose para orientar a las nuevas integrantes. Se organizaron para desarrollar ferias, participar en eventos multitudinarios de emprendedoras y trabajar con organizaciones clave para llevar a cabo sus proyectos, por ejemplo, la embajada de Canadá y Advenia. 

Durante la época de la pandemia se realizaron cursos de marketing, fotografía, y se llevaron a cabo múltiples iniciativas para conseguir máquinas de coser, pinturas, pinceles y otros elementos para que las mujeres pudiesen desarrollar sus emprendimientos. 

En 2024 este ciclo de capacitaciones para mujeres emprendedoras o que deseen emprender adoptó el nombre “Mujeres Semilla”. A lo largo del año se ofrecieron cursos sobre registro tributario, derecho laboral, marketing, redes sociales, presentación de proyectos, plan de negocios, contabilidad, entre otros. 

“En la red ayudan a las que nunca han emprendido o no han hecho nada. Desde Instagram hasta redes de correo electrónico para que puedan hacer sus negocios de forma personal y que lo vean desde su negocio”, señala Yeimi.

Hoy forman parte del espacio expertas en neurolingüística, en tecnología, administradoras, coaches, y profesionales de distintos sectores con largas trayectorias en empresas. Gracias al apoyo de este equipo que conforma “Mujeres Migrantes Emprendedoras”, se empodera a nuevas mujeres y se las guía: “empoderar a nuevas personas y guiarlas, ayudarlas desde nuestra experiencia para que puedan tener una base para su idea de emprendimiento y de negocio”, comenta Roxanna.

Lo que viene en 2025

Hoy, la red está conformada por 209 mujeres, en donde se estima que un 70% son venezolanas, y el resto son haitianas, sirias, españolas, paraguayas, peruanas e italianas. 

Para este año, “Mujeres Migrantes Emprendedoras” tiene pensado darle un nuevo impulso al grupo de mentoras y seguir desarrollando planes de acción. Asimismo, se evalúa la posibilidad de llevar a cabo colaboraciones con empresas.  

“Ella me empoderó. Encontré esa puerta. Encontré compañía. Me uní a algo y aquí voy. Encontré empoderamiento. Si a mi esto me sacó, yo comparto y quiero que vengas conmigo para arriba también” concluye Roxanna, sobre los esfuerzos realizados por Patricia y el apoyo brindado por Mujeres Migrantes en el camino de emprender.