En el mismo momento en que el calendario comenzaba a marcar el inicio a la historia contemporánea se desencadenaba un proceso extraordinario en la Isla de Saint-Domingue. Nos referimos a la única revuelta de esclavos exitosa de la historia, una revolución que por sus implicancias para nuestro continente es tanto o más importante que las revoluciones francesa y estadounidense.
A partir de 1791 los esclavizados de Saint Domingue (nombre con el que los colonos franceses habían bautizado a lo que hoy conocemos como Haití) comenzaron a organizarse mixturando elementos religiosos y las tradiciones de lucha local. A partir de allí el proceso se fue radicalizando y durante más de una década se combatió no sólo por abolir la esclavitud y la segregación racial, sino hasta conseguir finalmente la emancipación y dar por tierra con el asfixiante sistema imperial francés. En consecuencia, en 1804 se establece el Estado negro de Haití, hecho por el cual esta tierra se convierte en el primer país independiente de América Latina.
En el mes de la conmemoración de la Independencia de Haití y por considerarla un hito de la historia Latinoamericana, del que se sabe muy poco en general, desde Refugio Latinoamericano entrevistamos al historiador Juan Francisco Martínez Peria, docente universitario especialista en historia haitiana y panafricanismo, autor de los libros “George Padmore: La teoría radical negra y la liberación del Sur Global” (2024) y ¡Libertad o Muerte! Historia de la Revolución Haitiana (2012). También editó el libro “El sistema Colonial Develado de Jean Louis Vastey” (2017) y “Vida y Lucha de los Trabajadores Negros antologia de textos de George Padmore” (2022), para el que también ofició como traductor.
Sus áreas de interés están relacionadas con temas de eslavitud, colonialismo y racismo en América Latina y el Caribe, pero sobre todo se destaca por sus estudios sobre la Revolución Haitiana.
-¿Podrías describirnos la situación política, económica y social de la isla hacia fines del siglo XVIII?
A fines del siglo XVIII Haití era una colonia de Francia, se llamaba Saint-Domingue y era una de las colonias más ricas de América, destacándose como la primera productora de azúcar, y de café en el mundo. El azúcar en particular era un bien muy valioso en esa época y por ello se lo conocía como el oro blanco. Desde el siglo XVII y durante el siglo XVIII y XIX, el azúcar se convirtió en un producto muy relevante y hubo un enorme boom económico en el Caribe que tuvo primero como epicentro la isla de Barbados, después Jamaica, luego Saint Domingue y finalmente Cuba. Esto produjo un sistema de plantación con millones de africanos y africanas esclavizadas y un intenso tráfico esclavista y comercial atlántico, que según autores como George Padmore, C.L.R James y Eric Williams resultó absolutamente clave en el origen y el devenir del capitalismo. Williams, en particular, escribió un libro intitulado “Capitalismo y Esclavitud”, publicado en 1944, donde desarrolló esta hipótesis fuertemente disruptiva que produjo un gran debate por ir en contra de los relatos liberales, hegemónicos y eurocéntricos sobre la historia del capitalismo.
Francia gobernaba la isla con mano de hierro imponiendo un sistema absolutista y monopólico. La pirámide social tenía una lógica profundamente racista y colonial y en la cúspide se encontraba una pequeña minoría de blancos franceses dueños de la mayoría de las plantaciones y los esclavizados. Por debajo, estaban los blancos pobres, que se destacaban como marineros, soldados, artesanos, pequeños comerciantes, etc., y cuyo único poder derivaba del color de su piel. A este grupo, le seguía uno intermedio conocido como affranchis u hombres libres de color. Estos, eran mulatos y negros libres, los cuales paradójicamente eran dueños de plantaciones medianas y también de esclavizados. Finalmente en la base de la pirámide social se encontraban los esclavizados, que siendo unos 500.000 componían casi el 90% de la población de la isla. Hiperexplotados, vivían bajo un sistema del horror profundamente deshumanizante basado en la violencia y la tortura cotidiana. Sin embargo, aún en lo peor de las condiciones fueron capaces de construir una contracultura sincrética, el creole y el vodú, que les permitía expresar su propia identidad, cosmovisión y sus anhelos de libertad e igualdad. Asimismo, llevaron adelante múltiples formas de resistencia social y política, tanto individual y política. El aborto, el trabajo a desgano, los pequeños boicots, las fugas individuales fueron algunas de las estrategias para luchar en contra del sistema. Sin embargo, las más importantes fueron las huelgas, las rebeliones y el cimarronaje que en varias ocasiones atacaron frontalmente al orden colonial, racista y esclavista.
-¿Cuál es la relación entre la Revolución Francesa y la Revolución Haitiana? …y más específicamente ¿Entre Saint Domingue y la “Declaración universal de los derechos del hombre y el ciudadano”?
La relación entre ambas revoluciones es sumamente compleja. Lejos de las narrativas eurocéntricas que entienden que hay únicamente una influencia del proceso francés en la colonia, podemos ver dos procesos mutuamente vinculados con fuerte impacto de los sucesos de Saint Domingue en la metrópoli.
En 1789 estalló la Revolución en Francia y la Asamblea promulgó la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano. Esta, bajo un discurso humanista y universalista, en realidad escondía un fuerte particularismo clasista, patriarcal, racista y colonial por el cual se reconocían derechos únicamente a los varones franceses, blancos, burgueses, cristianos y civilizados, excluyendo a los trabajadores, a las mujeres y obviamente a los esclavizados y esclavizadas de las colonias. Esta evidente contradicción generó intensos debates y movilizaciones. En Francia, los trabajadores y las mujeres lucharon por su derechos e incluso Olympe de Gouges una pionera del feminismo redactó una precursora “Declaración de los Derechos de la Mujer y la ciudadana”, la cual no sólo fue rechazada sino que también le valió ser ejecutada. En la isla, el impacto de los sucesos metropolitanos fue inmediato y primero generó una intensa movilización de los sectores libres que buscaron apropiarse de los derechos en una clave totalmente particularista sin alterar el orden racista y esclavista. Sin embargo, lo más importante es que finalmente los esclavizados y esclavizadas se rebelaron el 22 y el 23 de agosto de 1791 demandando la abolición de la esclavitud y el racismo y promoviendo una genuina universalización de los derechos del hombre. De esta manera, tradujeron su lucha secular al lenguaje ilustrado y al hacerlo hicieron estallar sus estrechos límites eurocéntricos y coloniales, promoviendo un humanismo mucho más universal que el propuesto por Francia. Inicialmente liderada por los sacerdotes vodús Dutty Boukaman y Cecile Fantiman, con el tiempo la insurrección quedó bajo el mando de Toussaint Louveture, quien habiendo sido un ex esclavo y sabiendo leer y escribir, conocía tanto la cultura de las masas populares como el ideario ilustrado occidental, siendo uno de los principales articuladores del ideario herético de la revolución haitiana.
-¿Cuál fue el papel que desempeñaron tanto España como Inglaterra en este proceso?
A pesar de los mitos sobre la Revolución Francesa, esta no tenía por objetivo la abolición de la esclavitud y el racismo, y si esto termina ocurriendo es debido al impacto de la Revolución Haitiana y al impacto del contexto internacional. Básicamente luego de dos años de guerra y en el marco de la llegada de los jacobinos al poder en Francia lo que ocurre es una guerra internacional en la isla, en la cual España invade desde Santo Domingo y lo mismo ocurre desde Jamaica por parte de Inglaterra. Estas potencias se alían con diferentes sectores en la isla, España se va a aliar con los esclavos revolucionarios y por su parte Inglaterra se va a aliar con los grandes plantadores blancos. Este contexto de gran crisis, obliga a que los jacobinos terminen aboliendo la esclavitud en dos etapas, primero en agosto de 1793 y después en febrero de 1794 buscando de esa manera el apoyo de la mayoría de los esclavizados rebeldes.
-¿Podrías contarnos más detalles sobre la importancia de Toussaint Louverture?
En 1794 Francia declara abolida la esclavitud para lograr el apoyo de los esclavizados y esclavizadas, cosa que efectivamente logra. Desde 1794 y hasta 1802 se da una alianza inestable entre Francia y la mayoría de la población africana y afrodescendiente liderada por Toussaint Louverture. Esa es una alianza que para Francia va a ser productiva porque esos africanos y afrodescendientes van a conformar la mayoría de las tropas francesas que van a luchar en contra de España a la cual van a derrotar en 1795, y en contra de Inglaterra que van a derrotar luego en 1798. Sin embargo esa relación, esa alianza que va a servir a Francia para poder mantener Saint Domingue como colonia, va a terminar siendo muy compleja para la propia metrópoli debido a que los africanos y afrodescendientes liderados por Toussaint Louverture van a ir logrando cada vez mayor poder y autonomía frente a Francia.
-¿Cómo llegamos al personaje de Napoleón dentro de este relato?
Esa alianza inestable finalmente va a entrar en crisis a partir de la llegada de Napoleón al poder en 1799. Con su gobierno la elite imperialista, esclavista y racista de Francia toma las riendas del gobierno y decide que es hora de poner fin al experimento revolucionario en el Caribe. Rápidamente Napoleón va a poner los ojos en la isla y va a empezar a dar señales de que se avecinan grandes cambios. Advertido de dicha amenaza Toussaint Louverture reaccionó velozmente promulgando en 1801, una carta magna para la colonia, la cual es sumamente importante por ser la primera constitución de América Latina y la primera de toda América que estableció el fin de la esclavitud y el racismo. Asimismo, a pesar de reconocer el vínculo colonial con Francia, estableció el libre comercio y un sistema de autogobierno republicano, que en la práctica le concedía una casi total autonomía a la isla.
Aquella constitución fue la excusa que Napoleón necesitaba para avanzar con sus planes y así en 1802 envió una gigantesca expedición de 50.000 hombres para reimponer el antiguo régimen en la colonia. La invasión francesa derivó en una cruenta guerra y logró a mediados de año apresar al líder de los revolucionarios quien rápidamente fue desterrado. Sin embargo, al momento de ser apresado, afirmó proféticamente: “al derrocarme han cortado el tronco del árbol de la libertad, pero el árbol de la libertad tiene raíces muy profundas y volverán a renacer”.
-Finalmente, llegamos a la declaración de la Independencia…
Efectivamente, al destierro de Toussaint Louverture, le siguió una gigantesca rebelión popular, liderada ahora por Jean Jacques Dessalines, quien hasta ese momento había sido su principal lugarteniente. Bajo su mando y frente al intento genocida de los franceses, la revolución asumió un carácter decididamente anticolonial y bajo la consigna “Libertad o Muerte” los exesclavizados revolucionarios lucharon por la libertad, la igualdad y la independencia. Finalmente el 18 de noviembre de 1803 los franceses fueron derrotados en la batalla de Vértieres y en un acto absolutamente inédito los condenados de la tierra se impusieron frente a unos de los imperios más importantes de la historia. De esta manera luego de años de lucha, el 1 de enero de 1804, se declaró la independencia, dando nacimiento a Haití, el primer país independiente de América Latina y la primera república negra del mundo. Asimismo, los revolucionarios, en un gesto profundamente descolonizador e indigenista le cambiaron el nombre a la isla recuperando su nombre original: Haití. Dando cuenta de esto Jean Jacques Dessalines pronunció un acalorado discurso en el que afrimó “He Vengado América”. Con el triunfo de la revolución no sólo se había vengado el genocidio de la esclavitud, sino también el de la conquista de América.
– ¿Cuáles serían entonces las particularidades y las especificidades de la Revolución Haitiana?
La Revolución Haitiana es una de las más importantes de la historia moderna y en la historia de América Latina. Es una de las revoluciones más radicales, más originales y únicas debido a que fue la primera y única revolución de esclavizados y esclavizadas que triunfó en la historia de la humanidad, porque fue la primera independencia de América Latina y la única de las revoluciones atlánticas que en su época buscó una genuina universalización de los derechos del hombre.
-¿Por qué la historiografía tradicional no le otorga a la Revolución Haitiana el valor que le corresponde?
A pesar de su enorme importancia la Revolución Haitiana es una de las revoluciones menos conocidas. Este desconocimiento no es causal, sino que es fruto de un persistente silenciamiento. Este silenciamiento ha dado lugar a un libro escrito por Michelle Rolph Trouillot que se llama “Silenciando el pasado”. En ese libro este gran intelectual haitiano plantea algo muy interesante que es que la Revolución Haitiana al momento mismo de su acontecer fue negada como revolución por las elites blancas del mundo atlántico. Estas elites no vieron en la Revolución Haitiana una genuina revolución sino que vieron un acto barbárico, un gran caos, y lo definieron como una masacre de blancos, un genocidio de blancos , una guerra de razas, una guerra de colores. Lo entendieron así porque desde su perspectiva racista y colonial, aquellos y aquellas que protagonizaron la revolución que eran africanos y afrodescendientes no eran sujetos verdaderamente humanos y por lo tanto no eran sujetos políticos, por ende no estaban haciendo una revolución sino que los movilizaba el odio contra los blancos, lo único que llevaron adelante fue una matanza de blancos. Esta mirada profundamente racista, colonial y eurocéntrica, perduró en el tiempo e incluso hoy tiene cierta vigencia. Sin embargo, a esto hay que sumarle el bloqueo sistemático que sufrió Haití. Como vimos, la Revolución Haitiana triunfó el 1 de enero de 1804 derrotando en un proceso muy complejo a España a Inglaterra y finalmente a Francia que era quien colonizaba la isla. Sin embargo, aún cuando triunfó lo que hubo fue un bloqueo político, económico, cultural, y un constante silenciamiento. El silenciamiento fue producto del miedo que producía que el mensaje libertario o emancipatorio e igualitario de la Revolución Haitiana se difundiera por el mundo atlántico generando otros procesos de lucha y de revoluciones populares por todo América y el Caribe. Ese bloqueo sistemático tuvo un efecto muy fuerte logrando silenciar la revolución. A esto hay que sumarle que en la academia occidental y latinoamericana todavía persiste una perspectiva profundamente eurocéntrica y sutilmente racista, por la cual las revoluciones de Inglaterra, Estados Unidos y Francia son vistas como hitos emancipatorios fundamentales de la era moderna, ocluyendo procesos populares del sur como la Revolución Haitiana que para su época expresó ideas de libertad e igualdad genuinamente más universales y una concepción del ser humano antirracista y anticolonial.
Docente en Historia. Nacida y criada en el norte del conurbano bonaerense. De raíces familiares francesas e italianas.