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Si bien cada historia migrante es diferente, el proceso no se remite únicamente a la suma de experiencias individuales: las necesidades y respuestas que las comunidades intentan dar a ellas también deben entenderse desde lo colectivo. Con esa idea en mente, un equipo interdisciplinario del Instituto de Investigaciones Sociales de América Latina (IICSAL, FLACSO-CONICET) creó el Observatorio de Organizaciones Migrantes en Argentina (OBSOMA), que concentra información sistematizada y confiable sobre estas instituciones.

Conocer la composición, cantidad y características de las asociaciones migrantes, entienden, es el primer paso para generar políticas públicas que respondan a las principales necesidades de las comunidades que están presentes en el país.

El objetivo del OBSOMA es conformar un espacio colaborativo de recopilación, sistematización y difusión de datos abiertos sobre organizaciones migrantes en Argentina. Foto: captura de pantalla.

“La idea de realizar un observatorio como una base de datos sobre organizaciones migrantes surgió como resultado de trabajos previos”, explica Mercedes Botto, investigadora principal del CONICET y directora del IICSAL.  Los estudios comenzaron en 2021 en el marco del Proyecto de Investigación Plurianual (PIP) y se centraron en el asociativismo transnacional y el rol de las organizaciones de venezolanos en la Argentina y en Chile en la política pública de los países de acogida.

“Empezamos con la investigación sobre las barreras de acceso que tenían los migrantes venezolanos que llegaban a la Argentina y a Chile, y es a partir de ahí que salió la idea de hacer un observatorio”.  De esa primera investigación, comenta, surgieron dos conclusiones principales: “que los venezolanos tenían muchas ganas de incidencia pública y lo hacían a través de organizaciones migrantes” y que gran parte de esas organizaciones estaban vinculadas a lo profesional. “Esto era una novedad, porque en general las organizaciones migrantes siempre se han dedicado o a lo cultural o a la regularización documentaria o a la ayuda mutua”, agrega Botto.

Otro antecedente fue el del equipo del PIP, que había elaborado un observatorio de organizaciones en tiempos de pandemia, y que utilizaba mapas georreferenciados “que es un recurso que está disponible en el CONICET para mapear y poner en términos geográficos y territoriales distintas problemáticas”, detalla la investigadora.

“Con la experiencia de las colegas de FLACSO empezamos a pensar y a mirar cómo eran los observatorios, qué había sobre inmigración y qué estaba faltando. Y lo que veíamos es que había muchos observatorios que en realidad eran como reservorios documentarios, observatorios para ver lo que la academia produce en migración. Lo que faltaba era la información dura”.

Los principales hallazgos

Como resultado del primer relevamiento, que se realizó entre el año 2023 y el primer semestre de 2024, se elaboró un informe estadístico que arrojó datos relevantes sobre la forma de asociativismo venezolano en Argentina.

Uno de ellos es que la ubicación geográfica y el comienzo de las actividades de estas organizaciones coinciden con los principales lugares de asentamiento y con los años en los que los flujos migratorios desde este país hacia Argentina fueron más importantes: el 58,6% está en Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y la gran mayoría surgió entre los años 2015 y 2019. Con el tiempo, además, las asociaciones fueron mutando y adaptándose a las necesidades de las comunidades migrantes.

Las mujeres son las protagonistas de las asociaciones. En todas las relevadas cumplen un rol central en los equipos directivos. Foto: captura de pantalla.

“Observamos por ejemplo el gran crecimiento que tuvieron las organizaciones en determinados contextos. 2017 y 2018 fueron momentos clave para la organización porque habían llegado un montón de venezolanos. Segundo porque tenían un marco político que los ayudaba a tener respuestas por parte del Estado”, afirma Botto.

“El hecho de que fueran todas profesionales tiene que ver con las principales demandas que tenían, porque el principal problema era el del reconocimiento del título profesional, porque el 88% lo es”.

Otro dato significativo es que, a diferencia de las empresas privadas, en todas las instituciones relevadas hay presencia de mujeres en los equipos directivos.

“Las mujeres son las protagonistas de las asociaciones. La mayoría está dirigida por mujeres. En las profesionales mucho menos, pero todas las que son migrantes son lideradas por mujeres”, añade la investigadora.

Esta mayor participación podría explicarse, detalla Mariela Acevedo, socióloga y personal profesional del CONICET, “por el hecho de que es una actividad por lo general voluntaria”. Acevedo comenta que el armado del formulario, que incluye preguntas sobre la composición por género, las fuentes de financiamiento, las tareas y las principales necesidades de las instituciones, “tuvo una primera etapa de consensuar con otras colegas del ámbito académico, organismos internacionales y referentes de la comunidad venezolana”.

Cómo participar de la segunda etapa

En una segunda instancia, las investigadoras que llevan adelante el Observatorio advirtieron la necesidad de ampliar el foco e incluir a asociaciones de diferentes nacionalidades. Para este trabajo el contacto directo es fundamental: por eso las profesionales dictan charlas y participan de encuentros en donde dan a conocer el proyecto a las organizaciones de la sociedad civil.

El equipo del OBSOMA da a conocer el proyecto de manera directa a las comunidades interesadas. Foto: gentileza.

“En esta segunda etapa se sumaron comunidades más pequeñas o con menos incidencia como la coreana, taiwanesa, senegalesa y griega, y estamos en el proceso de sumar las migraciones de los países limítrofes que tienen ya una presencia anterior en el país como la boliviana, peruana y paraguaya”, explica Acevedo.

Cualquier persona que visite el sitio web (https://obsoma.flacso.org.ar/) puede acceder al formulario. “Lo puede completar una persona referente de la organización. Solicitamos datos de contacto de esa persona que no se publican, pero que nos sirven para verificar la información”. Las características de la encuesta están condensadas en un manual que explica qué se pregunta, cómo se pregunta y qué se hace con esa información.  

“Es un relevamiento confiable y sistemático de datos sobre las organizaciones que permite la comparabilidad entre ellas y un seguimiento en el tiempo”, detalla la socióloga. En la página hay mapas interactivos que permiten geolocalizar a las organizaciones migrantes y visualizar información sobre sus actividades; una base de datos con información de organizaciones migrantes; e infografías e informes con los principales resultados obtenidos hasta ahora. Además existe un espacio en donde las instituciones de la sociedad civil pueden, a través de una presentación audiovisual, contar a qué se dedican.

El Observatorio es un lugar para darse a conocer. Permite entender qué hacen las organizaciones y cómo lo hacen, con quién se articulan para poder llevar a cabo sus necesidades y encontrar agendas en común, pero también es un espacio en donde pueden demandar a otros actores e incluso a los organismos la ayuda que necesitan”.

Tener un registro sobre las características, cantidad y composición de las asociaciones migrantes no solamente es el punto de partida para la generación de políticas públicas en todos los niveles estatales, sino también para que las mismas organizaciones colaboren entre sí y accedan a financiamiento externo.

“Es importante que las conozcan organismos internacionales y el gobierno, porque son los que les dan voz y recursos a estas asociaciones”, agrega Botto. Por último, la profesional destaca que “la academia también es destinataria de los datos relevados por el Observatorio, porque es un espacio para mejorar cuestiones que no se pueden resolver solas”.

Del relevamiento puede participar de manera libre y voluntaria cualquier organización de la sociedad civil que esté conformada por migrantes y cuyas actividades estén destinadas especialmente -aunque no de manera exclusiva- a la comunidad migrante en Argentina.

No es necesario que se cumpla con ningún requisito formal u organizativo.

Directora periodística | + notas

Periodista especializada en migraciones y Lic. en Relaciones Internacionales. Trabaja desde hace más de 20 años en diferentes medios de comunicación. Sus raíces migrantes provienen de España, Italia y Escocia.


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