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El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos avanza con la implementación del Orden Ejecutiva 14160, que restringiría el acceso a la ciudadanía solo a hijos de padres con estatus legal.

El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) está cerca de poner en marcha la Orden Ejecutiva 14160, firmada por el presidente Donald Trump el 20 de enero pasado, que limita el derecho a la ciudadanía automática para hijos de padres que no sean ciudadanos o residentes legales.

Lejos de ser un hecho aislado en la actualidad, esta orden ejecutiva se suma a la lista de acciones del gobierno republicano que reflejan una tendencia de endurecimiento migratorio en ese país, desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Desde deportaciones masivas y aceleradas, restricciones para obtener asilo, limitaciones para acceder a visas de trabajo o estudio, hasta la aplicación de medidas que complican el acceso a la ciudadanía, como la mencionada directiva presidencial.

Ciudadanía bajo revisión: qué propone la orden ejecutiva 14160

Durante más de un siglo, la Decimocuarta Enmienda a la Constitución estadounidense garantizó que cualquier persona nacida en los Estados Unidos obtenga la ciudadanía, independientemente del estatus migratorio de sus padres. Esta interpretación protegió la ciudadanía por nacimiento como un derecho casi absoluto en ese país.

La orden ejecutiva de Trump propone que solo los hijos de padres con ciudadanía estadounidense o residencia legal permanente puedan acceder a la ciudadanía automática al nacer. Si se llegara a implementar, esta nueva orden limitaría los derechos de miles de niños cuyas madres o padres se encuentran en el país de forma irregular, o bien que solo poseen permisos temporales, como visas de estudiante o de turista.

Esta transformación del sistema migratorio traería consigo implicancias profundas que van desde la imposibilidad de obtener el pasaporte estadounidense, hasta quedar excluidos del sistema y no poder acceder a beneficios sociales, educación de calidad y protección legal, aspectos que la ciudadanía garantiza para cualquier individuo. La medida impulsada por los republicanos va en contra de una tradición constitucional de más de 150 años y pone en la mesa un nuevo debate sobre el significado que la ciudadanía tiene hoy, en uno de los países con mayor flujo migratorio del mundo.

La restricción de la ciudadanía por nacimiento impacta directamente sobre los sectores más vulnerables de la comunidad migrante de los Estados Unidos. Además genera dudas sobre el futuro de miles de niños que, hasta ahora, tenían la seguridad de obtener la ciudadanía por el simple hecho de haber nacido en territorio estadounidense.

Imagen del green card estadounidense
Tarjeta de Residente Permanente de Estados Unidos, conocida como Green Card. Foto: Freepik

El complejo escenario legal y judicial que enfrenta la medida

La Orden Ejecutiva 14160 desató una intensa batalla legal, ya que varios tribunales federales inferiores fallaron en contra de ella y la declararon inconstitucional, dictando al mismo tiempo bloqueos que impiden su aplicación a nivel nacional. Sin embargo, la Corte Suprema de los Estados Unidos todavía no emitió un fallo definitivo sobre su constitucionalidad, sino que limitó cómo y cuándo se pueden otorgar suspensiones generales contra la medida, restringiendo la capacidad de los jueces para paralizar su aplicación de forma amplia.

Asimismo, un tribunal de apelaciones en California reforzó la postura de que eliminar la ciudadanía por nacimiento va en contra de la Decimocuarta Enmienda. Mientras tanto, salieron a la luz diversas demandas colectivas y medidas cautelares que aún continúan activas, con la intención de impedir la aplicación de la orden ejecutiva y proteger a los niños y familias que podrían verse afectados.

Este escenario legal fragmentado genera incertidumbre jurídica y social, mientras USCIS avanza con los preparativos para implementar la medida restrictiva, en caso de que la Corte Suprema o los tribunales terminen avalándola.

Fachada del edificio de la Corte Suprema de Estados Unidos
Corte Suprema de los Estados Unidos. Foto: Supreme Court

USCIS: el responsable detrás de la aplicación de la nueva norma

USCIS no solo es el ente que procesa visas y naturalizaciones, también supervisa y regula la inmigración legal y el acceso a la ciudadanía en todo el territorio de los Estados Unidos. Ante esta nueva orden ejecutiva, la agencia federal está preparando un sistema para que, al momento del registro de nacimiento y en trámites posteriores, se exija a los padres demostrar su estatus migratorio o ciudadanía.

Esto implica la verificación obligatoria del estatus legal de los padres para que los hijos puedan acceder a documentos oficiales como pasaportes o un número de Seguro Social (SSN, por sus siglas en inglés). La ausencia de esta verificación o la falta de cumplimiento de los requisitos podría significar que esos niños no sean reconocidos formalmente como ciudadanos estadounidenses, una situación totalmente inédita y preocupante para las familias migrantes.

Impacto social: una nueva realidad para miles de niños

Si la Orden Ejecutiva 14160 avanza, un gran grupo de personas, que a pesar de haber nacido en los Estados Unidos, podría quedar sin reconocimiento legal como ciudadanos, situación que podría derivar en apatridia. Estos niños tendrían dificultades para acceder a documentos como pasaportes, beneficios federales, educación y protección legal plena.

El cambio no solo atenta contra una tradición constitucional de más de 150 años, sino que además afecta a miles de familias migrantes que hoy dependen del derecho a la ciudadanía por nacimiento como base para su estabilidad y sus derechos en los Estados Unidos.


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Soy Licenciado en Comunicación Social por la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (UNSTA) y actualmente curso la Maestría en Periodismo en la Universidad Torcuato Di Tella. Desde 2024 me desempeño como periodista y corresponsal en Enterate Noticias, donde realizo coberturas en Buenos Aires y la redacción de notas para distintas secciones, con especial interés en la política internacional.

A lo largo de mi trayectoria también trabajé en radio, multimedios y agencias de marketing digital, lo que me permitió desarrollar un perfil que combina práctica periodística con el manejo de herramientas digitales, estrategias de comunicación y producción audiovisual. Además, colaboro como voluntario en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), espacio en el que profundizo mi interés por la política internacional y la geopolítica.


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