Nacido en Argentina, pero con un linaje que lo remonta a la civilización más antigua del planeta, Gustavo Ng decidió un día mirar hacia Oriente y caminar hacia esa tierra que, sin haber pisado antes, sentía como propia. “Yo no volví a China —dice—, yo fui a China. Aunque claro, en un sentido literario o mitológico, fue un regreso”. Esa frase condensa…