Cuando Luis Rodríguez llegó a la Argentina en 1998, pensaba quedarse dos meses. Había venido a reencontrarse con su madre, que había emigrado desde Perú en 1996 en busca de nuevas oportunidades y comenzaba a abrirse camino en un país que todavía no conocía del todo la riqueza de la gastronomía peruana. Hoy, más de 25 años después, Luis no solo sigue…
