Pablo García de Castro, un sevillano de 36 años, relata que su travesía comenzó en 2012, cuando apenas tenía 22. Lo que inicialmente comenzó como un intercambio estudiantil de seis meses en Uruguay, se transformó en un periplo de más de una década por el Cono Sur, marcado por la búsqueda de empleo, la construcción de una nueva identidad y la formación…
