“Recorrí toda la región y para mí Buenos Aires es la capital de Sudamérica”, dice Jahir Lozano (37), que hace nueve años llegó a la Argentina desde Colombia con la idea de tomar unas vacaciones, pero decidió quedarse. Veinticuatro meses después formó la compañía “Alegría danza y música” con compatriotas que no sabían nada de baile. Hoy, con 27 artistas de diferentes nacionalidades en escena, presenta su espectáculo en la capital del teatro: la calle Corrientes.
“El conjunto empezó como una compañía de danzas colombianas. Éramos un grupo de diez amigos”, explica Lozano. Ninguno, salvo él, se había vinculado antes con el arte de manera profesional. “Uno era médico, otros ingenieros de sistemas, economistas, oficinistas, maestras y acompañantes de niños en la escuela”, agrega.
Lo que surgió como una necesidad de vincularse con el país de origen, su música y su cultura, creció y dio paso a la incorporación de bailarines de distintos lugares del mundo. Con ellos, la compañía también empezó a incorporar otros ritmos. Actualmente el grupo está formado por artistas de Colombia, Venezuela, España y –como no podía ser de otra manera– Argentina. Las primeras bailarinas locales, cuenta Lozano, se sorprendieron al ver los vestuarios: las plumas y el colorido les recordaba más bien el estilo que usan las “vedettes”, en lo que se conoce como teatro de revista. Pero, “el colorido y el cuerpo descubierto son característicos de las danzas colombianas”, explica.

Los ritmos, en cambio, no resultaron extraños: la cumbia que se baila en Argentina tiene una importante influencia colombiana. Un hito en ese recorrido fue la llegada al país del músico Lucho Bermúdez, que viajó en 1946 para grabar y difundir los ritmos colombianos: aquí formó su orquesta y realizó, en una corta estadía de 8 meses, 60 grabaciones. Entre ellas, y como una forma de agradecer el recibimiento, compuso la canción “Buenos Aires”.
El arribo a la calle Corrientes
“Así es Colombia” fue el primer espectáculo que el grupo de Lozano llevó a la calle Corrientes, donde también se encuentra uno de los íconos de la argentinidad: el Obelisco.
El segundo espectáculo es “Carnavales del mundo”, que se presenta desde el 30 de noviembre en el teatro “Multiescena”. Allí hacen una representación, entre otros, de los carnavales de Venecia, Colombia, México y Río de Janeiro. También participan agrupaciones invitadas de diferentes países latinoamericanos, algunos de ellos en los que Lozano vivió antes de afincarse en suelo argentino.
Si bien pasó por varias capitales desde que salió de su ciudad natal, Cartagena, Lozano cuenta que “se enamoró” de Buenos Aires. La ciudad lo atrapó en varios sentidos: primero, porque necesitaba reunir el dinero suficiente para volver, después, porque las actividades que emprendió en ese impasse lo llevaron a tomar la decisión y a encontrar un camino diferente. “Yo elegí esto, elegí crecer por este lado, y lo que estoy haciendo acá, en Colombia no lo podría hacer”, sostiene. Es en eso en lo que piensa cuando siente que extraña a sus seres queridos, o incluso a esas “caras familiares” que –pese a que Argentina es un país diverso en migración– no encuentra con tanta frecuencia.

Según el último censo, la nacionalidad colombiana es la décima en importancia en Argentina, y representa un 2,6% de la población que nació en otro país. La Encuesta Nacional Migrante reveló, además, que, “en términos de nacionalidad, las poblaciones colombiana, brasileña y peruana son las que presentan mayor porcentaje de adultos que estudian”.
Lozano combina su cursada en la Universidad Nacional de las Artes con el dictado de clases de danza y la dirección de la compañía, la primera de la que se hizo cargo desde que se inició, a los 14 años.
En ese entonces, probablemente, no pensaba viajar a la Argentina. Al menos, no con la idea de quedarse.

Cuando él y sus primeros compañeros se reunieron en un bar y empezaron este camino, tampoco planearon llegar a la emblemática calle en donde se concentran las obras de teatro más taquilleras del país. Al principio, cuenta Lozano, fue “una excusa” para conectar con las raíces colombianas.
Como Lucho Bermúdez, Jahir Lozano formó su agrupación en Argentina. Y, aunque a diferencia de él, eligió el país para quedarse, ambos se enamoraron de las calles porteñas: “Buenos Aires cuando a mi tierra regrese/ he de contar tu grandeza/ y tu belleza sin fin/ Buenos Aires /con un cantar hecho pena/ te llevaré a Cartagena/ Santa Marta y Medellín/ Nostalgias que van quedando/ con sentimiento de hermanos/ y han de hablar de la Argentina/ bajo cielo colombiano”, dice la letra de la canción que lleva el nombre de esta provincia argentina.
“Me enamoré de este país y le agradezco un montón”, dice Lozano. Tal vez en unos años Cartagena, la ciudad de la que emigró, escuche sus nostalgias.

Michelle Chirkes
Soy socióloga y analista de datos, especializada en el análisis de hábitos y consumos culturales. Actualmente, estudio una maestría en Sociología Económica para profundizar en la relación entre la sociedad y la economía. Me interesan especialmente el uso de plataformas digitales y la gastronomía, dos campos en los que fusiono mi pasión por las nuevas tecnologías con el disfrute de la comida como experiencia cultural.
Mi familia tiene raíces migrantes de Polonia y Rusia, países que atravesaron guerras. En casa, nos esforzamos por revivir las recetas tradicionales que han pasado de generación en generación, manteniendo vivas nuestras raíces culturales a través de la cocina.
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Daira
Hermoso contenido!